sábado, 30 de noviembre de 2019

Queso y membrillo: El maridaje perfecto




Si hablamos de maridaje, o combinar dos alimentos para realzar el sabor de ambos, el queso y el membrillo son buenos aliados, la textura ligeramente duce y esponjosa del membrillo combina a la perfección con el queso de sabor intenso y textura más compacta.

El membrillo es una fruta que rara vez se come cruda, ya que tiene un sabor agrio y es muy astringente con una carne esponjosa y difícil de cortar. Sin embargo cocida si se puede usar en muchas recetas. Tiene 57 calorías por ración de 100 gramos, aproximadamente como las manzanas. Aporta casi 2 g de fibra, vitamina A, vitamina C, y una buena cantidad de potasio, casi 200 mg.

A simple vista nos recuerda a las peras pero mas gruesa y suelen tener una pelusilla cuando están verdes, lo que además de su sabor dificulta el comerlas crudas. Cuando están maduros tiene un color dorado y la piel es lisa. Seguramente su aroma es lo que animó en el pasado a cocinarlo, ya que crudo no era útil como alimento.

En la antigua Roma  en el sureste de Asia y en Turquía ya conocía en membrillo y lo usaban en la cocina y también en la medicina tradicional. El membrillo tiene propiedades antivirales debido a su contenido en ácidos fenólicos.

Bocaditos de queso y membrillo

·         Ingredientes para 10 bocaditos
·         350 g de membrillo sin azúcar añadido
·         10 lonchas gruesas de queso manchego semi curado
·         10 nueces enteras.
·          Aceite de oliva virgen extra

Preparación

Tan fácil que prácticamente en 10 minutos están listos. Comenzamos cortando lonchas de queso cuadradas, también puedes usar queso cortado ‘en cuñas’ que viene en triángulos, pero en este caso el membrillo también lo cortaríamos en triángulos.

Como el dulce de membrillo es grueso cortar una buen trozo. Una vez que tenemos el queso cortado cada loncha de queso nos sirve de referencia para cortar las de membrillo. Cortamos el trozo de membrillo en varias partes de forma horizontal  (ya que suele ser grueso) y luego hacemos lonchas que sean un poco más pequeñas que las de queso.

A la hora de emplatar, colocamos en una fuente los trozos de queso manchego encima una gotita de aceite de oliva y a continuación el membrillo. Para finalizar una nuez sobre cada ‘bocadito’.

Mirá la receta aquí





Alfeñique: El caramelo estrella de los tucumanos




Todo un clásico del NOA en materia de golosinas, el alfeñique es digno hijo de una de las industrias amas y señoras de aquellas tierras: la azucarera. Ocurre que el secreto de su sabor reside en la miel de caña, producto resultante de la cocción del jugo de caña de azúcar. Tan afecta a acompañar quesillos y postres, la miel de caña también puede oficiar de ingrediente madre, y en una delicia tan diminuta como poderosa, si de sabor hablamos. ¿Cuál es la razón de aquella anudada fisonomía? La misma viene de larga data, pues los alfeñiques hallan su raíz en territorio español, donde ya se elaboraban confituras de forma retorcida. Lo demás es historia deducida: tal dulce tradición se ha ido propagando por Hispanoamérica, y el suelo nacional no ha sido la excepción.

Parecido a un caramelo y preparado con la melaza de la caña de azúcar, es muy típico encontrarlos en el noroeste argentino.



Ingredientes
  • Azúcar (1 ½ kilo)
  • Clara de huevo (una)
  • Miel de caña (una cucharadita)
  • Aceite de oliva (una cucharadita)
  • Esencia de vainilla (½ cucharadita)
  • Azúcar impalpable a gusto

Preparación
Mezcle el azúcar, la clara de huevo, la miel de caña, el aceite de oliva y la esencia de vainilla en un recipiente con agua suficiente como para obtener un almíbar. Cocine a fuego fuerte hasta que la preparación se torne oscura y tome espesura, sin que llegue a endurecerse. Retire del fuego y vierta el contenido sobre una superficie húmeda. Deje que enfríe un poco y, previo humedecimiento de manos, estire y amase en forma continua, hasta que la preparación adquiera un color más claro, tipo caramelo o ámbar. Luego, corte en tiras y comience a retorcer o anudar. Espolvoree con azúcar impalpable.

Mirá como hacer la receta

Para la calle o para las fiestas se come praliné




El praliné nació en el siglo XVIII y su nombre se debe al Duque de Choiseul (1719-1785): mariscal de campo francés y Conde de Plessis-Praslin. Su cocinero principal fue el primero en combinar azúcar líquido con trozos de almendra.

Este cocinero derramó por accidente caramelo sobre unas almendras molidas. Una vez enfriada la mezcla, la partió a trozos y la trituró, dando como resultado esta crema dulce. El descubrimiento fue aceptado como ingrediente para dulces y postres. Tiempo más tarde, se empezó a conocer en países como Bélgica, Suiza e Italia.

Al igual que el praliné, pralin o pralinoise que pueden ser confusos, otras de las grandes confusiones es creer que el praliné es Gianduja o al revés. Así que vayamos aclarando por partes.

El praliné con tilde consiste en caramelizar una mezcla, o una sola clase de frutos secos, almendras, avellanas, nueces… Triturarlo hasta crear una crema. Hacer praliné es muy fácil, lo difícil es obtener un buen resultado del refinamiento ya que en casa no tenemos máquina que nos pueda hacer esto.

El praliné se compone de la misma cantidad de frutos secos que de azúcar, una parte de agua y unas gotitas de limón o glucosa para evitar la cristalización del azúcar. Hacer un caramelo oscuro (hay que tener cuidado para que no se nos pase y se nos queme) y una vez tengamos el punto, añadir los frutos secos, mover bien para que todos los frutos secos se caramelicen, y volcar sobre un silpat o papel de horno en una mesa. Dejar enfriar, y pasar por una buena trituradora y refinadora. Se conserva muy bien en tarros, ya que el aceite del fruto seco, ayuda a tener una mejor conservación.

Ingredientes

  • Manteca Cantidad necesaria
  • Pistachos Cantidad necesaria
  • Sal marina Cantidad necesaria
  • Agua 4 cdas. soperas
  • Bicarbonato de sodio Cantidad necesaria
  • Castañas de cajú Cantidad necesaria
  • Esencia de vainilla 1 Chorrito
  • Azúcar 1 y 1/2 Taza
  • Jarabe claro de maíz 1/2 Taza
  • Maníes Cantidad necesario
Preparación

  1. Para comenzar, cubrimos una placa de horno con papel vegetal para que el praliné no se pegue.
  2. En un bowl colocamos la manteca, el bicarbonato de sodio y un chorrito de esencia de vainilla.

  3. Para caramelizar el azúcar, en una cacerola a fuego fuerte, agregamos las cucharadas de agua, el azúcar y el jarabe de maíz sin remover.

  4. Una vez que el caramelo tomó un color ambar, retiramos del fuego y con una cuchara de madera agregamos la manteca con el bicarbonato y los frutos secos.

  5. Trabajamos rápido para que no se enfríe la mezcla y, luego, la esparcimos sobre la placa que preparamos. Espolvoreamos por encima con un poco de sal marina y dejamos enfriar a temperatura ambiente.

  6. Cuando se haya enfriado, rompemos el praliné para que queden pequeños bocados.

  7. Servimos.


Si te gusta el praliné y lo querés hacer casero, aquí va una receta sencilla para que te salga fácil y rico.

Ingredientes

·         3 tazas de maní crudo
·         2 tazas de agua
·         2 tazas de azúcar
·         1 cda de chocolate amargo en polvo

Preparación

En una cacerola que no se pegue (puede ser de teflón), colocamos el agua y el azúcar. Llevamos al fuego y dejamos hervir unos 15 minutos.

Agregamos el maní, el chocolate y comenzamos a revolver con cuchara de madera en un fuego bajo. A medida que pasa el tiempo esto se va secando.

Cuando se forme como un arenado lo retiramos, volcamos en una asadera y con la misma cuchara tratamos de despegar para que queden todos separados. Se puede guardar en francos herméticos o bolsitas.

Mirá como hacer la receta

Dulce de cayote, postre norteño




El cayote es un fruto fibroso de aspecto exterior similar a una sandía, del cual se obtiene un sabroso dulce al ser cocinado con azúcar. Es único en su tipo, por las características fibras de la fruta, por las hojas que recuerdan a la higuera. Típico del Noroeste Argentino, y también de la región de Cuyo, se lo come acompañado de nueces, o con quesillos hilados como se hace con el arrope. El dulce de cayote es por excelencia una delicia muy consumida en  Salta y Tucumán. En ” La Linda”  es una tradición que los turistas que visitan este bello destino deben probarlo, ya que es conocido como “delicia dorada”.  Cayote es una herbácea rastrera cuyo fruto (parecido al zapallo) es utilizado para realizar dulce. Esta planta es fácil encontrar en las zonas altas (1000 a 3000 msnm) y templadas.

En Salta y Tucumán es servido como postre y generalmente va  acompañado con nueces,  también  es utilizado como relleno para hacer empanadas de dulces de cayote o más conocidas como ?empanadillas? (blanqueada con clara de huevo y azúcar batidos) y para bombones de dulce de cayote. Este dulce se acompaña también con higos en almíbar o quesillo. Clásico es el relleno de las empanadillas típicas de nuestra región, bañadas en glacé o solas.



Ingredientes

·         1 o 2 cayotes enteros
·         Clavo de olor
·         1/2 kilo de azúcar por cada kilo de cayote

Preparación

En principio, pelar el cayote. Para ello, colocar el cayote en horno caliente y, luego de un rato, al sacarlo podrá desprenderse la cáscara con facilidad.

El secreto para que el dulce salga bien fibroso es desarmarlo con las manos, no con el cuchillo. Una vez que está desmenuzado todo el cayote, se lo coloca en una olla (no se le echa ni una gota de agua), se le agrega el azúcar y el jugo del limón, se mezcla y se deja macerar hasta el día siguiente.

Luego se pone a hervir la preparación a fuego lento, agregando la ralladura. Se deja cocinar, despacio, hasta que el cayote quede transparente.

No se debe olvidar de mezclar constantemente con una cuchara de madera. El dulce de cayote puede utilizarse como relleno de las empanadillas y también se puede acompañar con nueces, quesillo o solo, siendo un postre típico del noroeste argentino.



Un derivado del dulce de cayote es la empanada de cayote, típica del jardín de la república. Te mostramos como preprar la masa y el armado de la misma, una vez que se hizo el dulce.

Ingredientes (para 1 docena, 8 personas)

Masa:

• ½ kg de harina
• 5 cucharadas de grasa derretida tibia
• Salmuera

Blanqueo:

• 500 g de azúcar impalpable
• 1 limón
• 3 claras de huevo

Preparación

Masa:

Con los ingredientes, formar una pasta elástica que debe amasarse sobre la mesada enharinada hasta que esté bien lisa.

Hacer un bollo y dejar descansar, tapado con repasador, durante 20 minutos. Repartir la masa en bollos pequeños, estirar la masa con el palote, dando forma redonda y algo fina.

Distribuir una cucharada colmada de dulce de cayote sobre los discos de masa, pintar el borde con agua y cerrar formando las empanadillas, presionando los bordes con un tenedor, para evitar el escape del dulce.

Acomodar las empanadillas en una fuente y llevar a horno no muy caliente, hasta cocinar la masa, aproximadamente de 15 a 20 minutos.

Servir fría, sola o espolvoreada con azúcar impalpable.

Blanqueo:

Poner en un bowl las claras. Batirlas a punto nieve y agregar el azúcar. Seguir batiendo hasta que se forme una preparación espesa y lisa; agregarle el jugo del limón colado y continuar batiendo hasta que tome consistencia.

Colocar esta preparación a las empanadillas hechas. Dejar que se seque el blanqueo y servir.

Mirá como realizar la receta